Se ha escuchado mucho sobre la escasez de consolas producto de la lentitud en el suministro mundial de partes y componentes. De hecho la empresa japonesa Sony, ha optado por pujar la producción de su consola de generación anterior, por las facilidades que esto implica, incluso en desmedro de la pobre PS5.
Microsoft ha optado por algo totalmente diferente. Las últimas dos consolas de la marca estadounidense son la serie S y la X y la antecesora era la querida XBOX ONE que bajo el estruendo de la novedad, silenciosamente retiraron la ONE del mercado.
Esta era la crónica de la muerte anunciada para la estación de juego. La única que quedaba disponible de esa generación era la ONE S pero también se confirmó que fue descontinuada y pasaron a convertirse en artículos de colección. Ha diferencia de Sony, esta jugada parece estar funcionándoles ya que la X y S son las consolas más vendidas en la historia de Microsoft.